La tecnología es la clave, pero el trato humano sigue siendo el corazón del seguro

En esta nueva edición de Clever Voices conversamos con Alejandro Linde Rodríguez, un referente que combina más de 20 años de experiencia en seguros con una mirada profundamente humana sobre el rol del mediador. Alejandro forma parte de MARH Underwriting, una correduría tecnológica que ha sabido integrar la innovación digital con los valores clásicos de la mediación.

Trayectoria profesional y visión del sector

¿Cómo fue tu primer contacto con el mundo de los seguros y qué te motivó a apostar tu carrera a esta profesión?

Fue de rebote, porque el universo quiso que fuese así”, resume con una sonrisa Alejandro.

Su entrada se dio gracias a un compañero y buen amigo, Miguel Ángel, quien detectó en él ciertas cualidades y se lo comentó a su padre, ya entonces profesional consolidado en una correduría. “Le dijo que cuando hubiera un hueco, me ofreciera el puesto, que él ya me convencería de quedarme.”

Así empezó, literalmente, escaneando papeles por las tardes en el departamento de producción de diversos —todo lo que no era automóviles—, acompañado por su padre y por su compañero, quienes fueron claves en su formación y adaptación. “Ingresé con 20 años, sin mucha expectativa, pero desde el primer momento me lo tomé como un juego.

Ese enfoque lúdico fue su mejor aliado:

“Empecé divirtiéndome. La actitud fue la clave de todo. En un entorno donde se exigía mucho —la formación inicial fue brutal, la presión enorme— lo disfruté. Aprendí a pasos agigantados y me enamoré del sector sin darme cuenta.”

Con el tiempo, aquella experiencia casual se transformó en una vocación firme. Hoy, Alejandro es responsable de Distribución Digital y Suscripción en MARH Underwriting, donde acumula más de 13 años de trayectoria. Se define a sí mismo como: Corredor de seguros dedicado en cuerpo y alma a la mediación, su distribución, la implementación tecnológica aseguradora, la gerencia de riesgos y a todo el circuito de ésta, nuestra profesión.

Ver entrevista completa: Alejandro Linde – Cleverea